viernes, 20 de abril de 2007

Prison Break bovino

Me ha parecido particularmente interesante una noticia que he leído hoy en la edición digital de La Voz de Galicia. Sólo empezando a leer el cuerpo de la noticia es fácil imaginarse las imágenes en un televisor, saliendo las letras poco a poco con sonido de máquina de escribir.

Parecía tonto el ternero, pero cuando se dio cuenta del lugar al que iba, se fue con viento fresco... Al final de la noticia nos cuentan a dónde se dirigía: ¡¡Pretendía huir en tren!! Aunque no se concreta el destino exacto, es probable que su intención fuese cruzar la frontera en busca de algún paraíso vegetariano, pero hay quien dice que el destino está escrito, y como en una novela dramática, fue capturado justo antes de alcanzar su propósito.

La policía, que no debía de saber muy bien qué hacer con él, lo enchufó para un solar de Correos, quizá para mandarlo en paquete azul de nuevo al matadero pero para convencerlo han tenido que llevar al lugar una ternerita. Si es que en el fondo tiran más cuatro tetas...

Un ternero recorre varias calles de Ourense tras escapar del matadero


Autor de la imagen: MIGUEL VILLAR
| m. v. | ourense

Cinco y media de la tarde. Acceso a la capital ourensana desde Vigo. A lo lejos, en la carretera, se ve algo raro. No es un coche, ni un camión. Era un ternero. Para sorpresa de conductores y viandantes, un ejemplar vacuno de más de 300 kilos paseaba sus hermosas carnes por la carretera en ese momento. Escapó cuando sus dueños trataban de llevarlo al matadero y recorrió, sin ser detenido, varios cientos de metros en dirección al centro de la ciudad. Primero la calle Basilio Álvarez, después Xesús Pousa... En su recorrido llegó incluso a pasar por delante del edificio de la policía local.

Para entonces algún alucinado ciudadano ya había dado aviso sobre la presencia del peculiar individuo en la vía pública, por lo que enseguida fue avistado por los integrantes de una patrulla.

Ahí empezó lo difícil, capturarlo. El coche policial persiguió al animal durante varios metros hasta que, muy cerca de la estación de ferrocarril, encontraron un lugar cerrado, un solar de Correos, en el que introducirlo. Hasta allí tuvieron que llevar otro ejemplar vacuno, hembra, con el que convencer al escurridizo ternero de que volviese a su camión.

No hay comentarios: