Eso es lo único que se me ocurre decir de esta película, había pensado en resucitar a
Gervasio y
Eliseo para realizar una nueva
crítica bipolar, pero es que no me merece la pena.
Sucker Punch me parece una de las peores películas por las que haya pagado un entrada de cine, lista que entre otras, está constituida por
joyazas como
Perdidos en el Espacio,
Wild Wild West,
Al diablo con el diablo, o la nunca suficientemente denostada
The Spirit, amén de muchas otras.
No te dejes engañar, es una trampa
Nuca tuve demasiada fe en
Zack Snyder, no vi su primera película, no me entusiasmó
300, algo que también le achaco a que no soy un gran admirador del cómic original, y en cuanto a
Watchmen, aún gustándome, reconozco que tiene ciertos problemas de ritmo. De todas formas tenía curiosidad por sus dos proyectos posteriores a la adaptación del cómic de
Moore y
Gibbons,
Ga'Hoole: La leyenda de los guardianes (también conocida como la película de las lechuzas espartanas y que aún tengo pendiente), y la película que hoy nos ocupa,
Sucker Punch.
Sé que puede resultar extraño que me interese por las películas de un director por el que afirmo no tener especial interés, pero es que hasta ahora me resultaba por lo menos entretenido. Ya no.
-¿Una mierda? Puede, pero que a gusto me he quedado Vayamos a lo que es la película en si. La cosa esta va sobre un malvado padrastro que interna a la protagonista en un psiquiátrico con la idea de que le practiquen una lobotomía, y ella se inventa un realidad alternativa en la que, junto con otras internas, planea un plan de fuga. Hasta aquí no va mal, y uno puede llegar a pensar que un director con la suficiente pericia puede convertir este argumento en algo por lo menos decente y entretenido, sobre todo viendo el tráiler, en el que se mezclaban chicas vestidas de colegialas con
katanas y metralletas,
steampunk, dragones y zombies alemanes de la primera guerra mundial (no, no son zombies nazis, siento desilusionar a la gente que pensaba que sí), puede que sea difícil sacar algo bueno de esa combinación, pero parecía imposible hacer algo aburrido. Pues bien, Snyder lo consiguió, no se si por que en este trabajo simplemente sacó a relucir todas sus carencias como director (ya sabéis, dificultada para mantener el ritmo o para desarrollar correctamente a los personajes), o porque coincidió que además es guionista, y eso si que se le da mal (las partes más coñazo de
300 son sus añadidos personales), porque junto con
Steve Shibuya, el otro guionista, consiguió crear una historia repetitiva y sin interés alguno, si a eso le sumamos lo horrible de la dirección de ciertas secuencias de acción, (lo del tren es un puto despropósito), uno se queda sin argumentos para defenderla.
Colegialas y katanas, los sueños húmedos de Snyder, y de muchos adolescentes
Pero no todo es una mierda en esta película. Los diez primeros minutos, en constante cámara lenta, no están mal, por lo menos no lo están si lo comparamos con el resto de la película, la cual posiblemente gane si se ve en casa de risas, en vez de pagar una entrada, ya que al salir te das cuenta de que ese dinero estaría mejor empleado en cualquier otra cosa (no me vale la excusa de que se necesita una pantalla grande para disfrutarla, al fin y al cabo la vi en pantalla grande y no la disfruté). Por otro lado las escenas de acción tampoco son un total desastre, excepto la anteriormente mencionada del tren, y pueden valer para pasar un rato en que tengas diez minutos sin absolutamente nada que hacer.
Al salir de la sala, Dean aseguraba que la única razón posible de que alguien hiciera una película como esta, era por una apuesta, no se si por ganarla o perderla. Mi teoría es que a Snyder la idea se le ocurrió mientras se cascaba una paja leyendo Alicia en el país de las maravillas con Akira puesto en la televisión.
En fin, que no, que desde mi punto de vista no hay por donde cogerla, eso si, los efectos y la banda sonora, la hostia.