En todas las excursiones (siempre hablando desde mi experiencia personal) había tres o cuatro personas que llevaban un cassette y se peleaban por poner su música para amenizar el viaje, provocando esto que en un lapsus de tiempo inferior a los 15 minutos pudieras pasar de escuchar Extremoduro a Donato y Stefano. Cosas como esa llevaban a un mar de improperios volcados sobre las pijas de turno, que a su vez insultaban a los yonkies que sólo querían escuchar macarradas.
Pero hubo una época que consiguió unir a las dos facciones, una época de concordia que se resume en tres grupos que todos escuchábamos sin ningún tipo de problema...más o menos.
Grupo número 1, Ska-P:
Si amiguitos, primer grupo de mi etapa colegial que consiguió unir a las dos fuerzas dominantes del autobús. Allá por el lejano año 1996 salió su disco El Vals Del Obrero, repleto de temazos que hoy en día sonarían ingenuos pero que por aquel entonces eran políticamente incorrectos para nosotros, chavales de 12 años a los que nos hacían una gracia de la hostia las canciones que hablaban de drogas. Así se explica el exitazo de Cannabis, el single del disco, aunque el autentico temazo era Napa Es, que tuvo el dudoso honor de ser censurada por la madre Antonia, que incluso nos prohibió cantarla.
Lamentablemente el reinado de Ska-P duró poco, pues fueron rápidamente sustituidos por el...
Grupo número 2, Molotov:
Efectivamente, ellos tienen el mérito de haber derribado al mito, al fin y al cabo, un grupo de mexicanos que cantaban en spanglish, decían tacos y sonaban en los 40 principales era algo demasiado apetecible para unos jóvenes impresionables, y Gimme the Power se impuso rápidamente en los pasillos del colegio y llegó como un rayo al cassette del autobús. Una prueba de que de nuevo estábamos ante un fenómeno capaz de unir a las masas, es que hizo que los que escuchaban Ska-P ya no lo hicieran (Eurosis también tuvo algo que ver), mientras que personas como mi hermana (que escuchaba a Donato y Stefano) se compraban la cinta de ¿Donde Jugaran Las Niñas? (1997).
De nuevo la canción que más éxito tuvo no fue el single, si no otra que tenía mucha más gracia, esta en concreto:
Y cuál será el tercer grupo os preguntaréis, pues la verdad es que iba a dejarlo para otro día porque esto me está quedando más largo que un día sin pan, pero paso de suspenses:
Grupo número 3:
Y con ellos llegó el escándalo, Estopa apareció de repente en 1999 sin que nadie se lo esperara con Por la raja de tu falda y comenzaron a promover de nuevo la escisión, pero antes de eso todos cantábamos el Cacho a Cacho y la de El del medio de los Chichos versión maquetera (que tenía más coña), porque molaban, hasta que los quemaron, sonando una y otra vez, y se acababa la cinta y la volvían a poner, y lo que era un grupo simpático y aceptable se convirtió con el paso del tiempo en una especie de anticristo que había que erradicar (que conste que fui a verlos en concierto y me lo pasé de puta madre), ellos fueron los últimos de mi época en el colegio de monjas que consiguieron unificar al público del autobús, pero también fueron los que se cargaron el equilibrio.
Y después, llegó el discman.