En los últimos meses se dieron una serie de noticias más o menos relevantes sobre las que tal vez se hubiera o hubiese podido escribir en este blog, como por ejemplo la impagable existencia de un vallenato dedicado a Mariano Rajoy, el reggaeton de Obama, el fichaje de Pau Gasol por los Lakers, o los cinco Grammys con los que fue galardonada Amy Winehouse, aunque lo más importante sin duda es el hecho de que gracias a la providencia el XXL ha vuelto a abrir sus puertas proporcionándonos de nuevo a los descastados como nosotros un lugar donde poder saciar nuestras ansias de birra a precio razonable.
Sin embargo decidí no expresar mi opinión sobre ninguno de ellos para poder volver al trabajo cuando tuviera algo realmente interesante sobre lo que escribir, pero como no se dieron la circunstancias adecuadas pues continúo con mi particular saga de entradas, que estoy pensando en incluir en un apartado propio, dedicadas al famoso fontanero ítalo-americano llamado Mario, en este caso no voy a poner ningún vídeo en el que muera asesinado ni que ponga de manifiesto sus problemas con los alucinógenos, si no cómo un juego basado en el Mario Bros de toda la vida es capaz de acabar con los nervios del más pintado.
Los comentarios no tienen desperdicio.
Para el que quiera ver como se termina: Mario Cabrón [4:12].
Y esto para los que les apetezca ver la versión cabrona del Mario World, cortesía de Oink.
Y esto para los que les apetezca ver la versión cabrona del Mario World, cortesía de Oink.
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