Vamos con la última entrega de esta mini-sección, en la que básicamente repaso mi etapa discotequera con las canciones que me hacían levantarme para moverme lamentablemente por la pista de baile con mi vaso de alcohol en la mano.
Es posible que alguno espere que el siguiente tema sea la canción de Blade (NewOrder - CONFUSSION para los amigos), pero no, la elegida es esta:
Para quien no lo sepa, LeBron James es el quinto (por lo menos) jugador de la NBA elegido como sucesor de Michael Jordan, uno de los mejores jugadores de baloncesto del mundo y también uno de los más animales. Hasta el verano pasado también era uno de los más queridos (algo incomprensible para mi) pero algo sucedió, terminó su contrato con los Cleveland Cavaliers, el equipo de su ciudad, y se montó el cristo. Con media liga queriendo ficharle y los aficionados de Cleveland intentando convencerle para que se quedara se montó un circo sin precedentes que culminó con la popularmente conocida como The Decision: James anunció su decisión en un programa de televisión en horario de máxima audiencia, ahí, con el ego por bandera.
Evidentemente todo esto desembocó en críticas, insultos, una importante pérdida de popularidad y, como no, vídeos en YouTube.
James fichó por los Miami Heat, que montó medio equipo de estrellas a los que ya conoce como los Beach Boys (y algún que otro juego de palabras) y Nike rodó el siguiente anuncio parodiando todo lo ocurrido hasta ese momento (está en inglés, pero se entiende bien):
La respuesta desde Cleveland no se hizo esperar (también en inglés):
PD: Ya se que este es el segundo post a costa de LeBron James, no es nada personal, es que da juego.
PD2: Cuales son los cuatro nuevos Jordan anteriores a James?
Grant Hill : Antes de destrozarse las rodillas 20 veces era mucho más que un muy buen jugador
Allen Iverson: Lo intentó pero no le salió, por lo menos marcaba tendencia.
Vince Carter: Sigo pensando que fue una broma de mal gusto.
Kobe Bryant: Le faltan un anillo, varios MVPs y fracasar al baseball.
Soy consciente de que no soy, ni mucho menos, el primero en quejarse, pero eso no importa, porque si no lo digo reviento: La página de Antena 3 para ver sus series online es una mierda.
Pongámonos en situación. El canal Neox de Antena 3 se dispone a estrenar una serie esperada por algunos (decir otra cosa sería mentir), Museo Coconut. Después de algún que otro retraso en su estreno provocado, presuntamente, por el duelo de pollas entre Antena 3 y Tele5 a la hora de estrenar sus dos nuevas series estrella, llega la puesta de largo de la serie de Ernesto Sevilla y compañía (que por cierto no está mal, aunque no le acabo de pillar el tranquillo ), evidentemente en sesión doble debido a la urticaria que parecen provocar las series de duración normal en los programadores (nada puede durara menos de una hora, por favor).
Para regocijo de algunos, bastante acostumbrados a ver los trabajos de estos señores por Internet ante el absoluto desprecio por los horarios previamente marcados por las televisiones, la serie está disponible para su visionado en streaming desde la página de Antena 3. Cual será nuestra sorpresa cuando observamos que es una autentica basura, un episodio de 30 minutos cortado en 6 partes, como si lo hubieran colgado en Youtube, partes que además van cortadas por donde cuadra, cortando frases si hace falta (práctica, por otro lado, bastante habitual en la cadena), y separadas por un anuncio, con dos cojones, te obligan a tragarte un anuncio cada 6 minutos, y si ya viste parte del episodio tienes que ver la publicidad de la primera parte antes de poder cambiar a la que te interesa, tras lo cual también tienes que comerte la publicidad, que ni siquiera dejan saltar después de oír el nombre de la marca (algo que si hacen en otras páginas). Pero lo mejor aún estaba por llegar, ya que decido darle una nueva oportunidad, gran error, ya que para el tercer episodio decidieron que un anuncio de 25 segundos cada seis minutos con el volumen adecuado para reventarte los tímpanos no era suficiente, y deciden cascar dos, alguno de casi un minuto (maldito Cola Cao), en ocasiones repitiendo el mismo las dos veces, no vaya a ser que no haya quedado claro el mensaje a la primera.
Esta práctica puede estar bien para una serie de esas típicas que se hacen en España de dos horas de duración por episodio, pero en este caso es una auténtica desfachatez.
En fin, las privadas siempre pensando en el espectador.