"Harry Potter trata de confrontar los miedos, encontrar la fuerza interior y hacer lo correcto frente a la adversidad. Crepúsculo trata de lo importante que es tener un novio.”
Esta es la frase tan contundente que el señor Stephen King le dedicó a las novelas de Stephenie Meyer hace algún tiempo, además de algunos calificativos nada halagüeños acerca de la capacidad como novelista de la autora de la saga que, para ser justos, se convirtió en uno de los fenómenos literarios juveniles más importantes de los últimos años.
No voy a dar mi opinión acerca de la saga Crepúsculo por la sencilla razón de que no leí ninguno de sus libros ni visioné un solo minuto de las películas, solamente estoy familiarizado con ella por los chistes que rondan por Internet y por la mágnífica expresividad de su protagonista, además hay demasiada gente por ahí poniéndola a parir mientras otros muchos la reverencian como el mejor invento de la humanidad desde el Malibú con piña.
Lo que realmente me llamó la atención es que a sólo tres días del estreno de la última película de la saga, a todos los reproches habituales como que la expresividad de Kristen Stewart es equiparable a la de Steven Seagal, o que no puede ser que un vampiro brille a la luz del día en lugar de explotar en mil pedazos o que vaya al instituto, se le suma una acusación de sexismo por parte del Concello de Pontevedra.
Kristen Stewart enfadada (decir que el chiste es fácil es poco)
La verdad es que es curioso, pero bueno, quién sabe, a mi me da igual, sólo quería una excusa para poner la frase de King, la cual no puse en su momento por alguna razón que se me escapa, y eso que ni siquiera me gusta Harry Potter.
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