No podía faltar, San Pepe 2008

Siempre es difícil hablar del San Pepe, no porque sea un tema controvertido ni nada por el estilo, sino porque suele ser un día plagado de recuerdos confusos,o directamente de enormes lagunas en la memoria, por qué no admitirlo.
Sin embargo he decidido aprovechar las excepcionales circunstancias de este año carente de resaca por mi parte (no, no me emborraché, en serio) y contar algo al respecto, aunque tampoco hay mucho que contar, al fin y al cabo fue lo de siempre, y esta edición ni siquiera se me dio por pasarme de observador a ninguna competición, de todas formas ver la de programación nunca me resultó demasiado emocionante, y después de ver a algún colega haciendo el ridículo el curso pasado jugando al ping-pong a uno se le quitan las ganas hasta de subir unas miserables escaleras para ver el torneo de Street Fighter 3.
Por lo demás (¿demás? pero si no conté nada, bueno es igual) concursos de bebedores, una ingente cantidad de mierda cubriendo el campus, baños mixtos(¡¡¿?!!) o esa era la impresión que empezaron a dar a partir de cierta hora de la noche, muestras de amor rudo, ¿que qué pretendo decir con eso?, bueno, quién no tuvo nunca la experiencia de que un compañero de clase se le acercara en pleno delirio etílico para abrazarle mientras le dice que le quiere, no sin dificultad, para acto seguido retorcerle el brazo, algo habitual y lógico en según que situaciones.
De todas formas en historias como estas suelen valer más la imágenes, y aunque las que voy a mostrar a continuación no pertenecen a la fiesta en cuestión, si que ilustran con bastante fidelidad lo allí ocurrido.

No le han abierto la cabeza, son los resultados de beber demasiado whisky

Camino de un mundo maravilloso

Dramatización del estado en el que quedó la facultad de informática

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